lunes, 12 de junio de 2017

It's Not the Time of My Life (Ernelláék Farkaséknál)

Esta película, ganadora del globo de cristal, máximo premio del festival de Karlovy Vary 2016, se manifiesta muy obvia y por un lado manida, marca una intención con alevosía y luego “huye” del lugar para pasar a otra cosa, porque de lo que se trata el filme es de hablar de la vida común a tantos otros desde el matrimonio relativamente joven (uno que está a comienzos de los 40s) con sus peleas, frustraciones, decepciones y miedos, sobre dos familias, una pobre y otra rica, unidas por parentescos de sangre, los de dos hermanas. La familia exitosa le pertenece a la menor, a Eszter, y a su marido Farkas (el mismo director del filme, el húngaro Szabolcs Hajdu), juntos tienen un niño de 5 años, Bruno, que es insoportable y está malográndoles el matrimonio porque producto de su comportamiento fuera de sí estallan continuas peleas. La familia pobre económicamente -y para colmo ella infiel- le pertenece a Ernella, y tiene una hija de 10 con el bueno pero austero de Albert. Ernella le echa en cara a Eszter de la forma más directa su situación social y el filme medio que naufraga en el sempiterno lugar común. Pero al menos la propuesta no se queda solo aquí, hay otros conflictos, el propio amor de pareja o el amor incondicional a los hijos se ponen en duda. Más tarde el filme se vuelca a lo Ingmar Bergman en una presentación casera de teatro realizada por los niños de ambas familias. Aparece una pequeña extravagancia, los padres lucen máscaras de carnaval. Y el filme pasa al estado emocional de la típica canción de “Todo va a estar bien”, que me hizo pensar en la serie de tv. La vida continúa, y tampoco es tan malo, la serie era muy entretenida. Lo mejor del filme es un arranque que aunque difícil de seguir muestra una anarquía y frenesí en parte interesante (¿a dónde nos hubiera llevado?), que luego se diluye en un filme amable, con una narrativa al menos decente y llevadera, fuera de tanto conflicto.