lunes, 7 de marzo de 2016

Oscuro animal

Debut en el largometraje de ficción del colombiano Felipe Guerrero que llevó su película a la competencia principal del festival de Rotterdam 2016. Oscuro animal puede referirse a un ser maltratado, como a un poder intimidante detrás de nosotros. Son tres mujeres tratando de salir de la selva e ir rumbo a la ciudad de Bogotá, sufrientes de la prostitución, la vejación y la posibilidad de ser asesinadas a razón de la guerra interna y su relación con la guerrilla. Oscuro animal es la potencia feminista y de supervivencia en Colombia, hacerse fuertes y escapar de la brutalidad, no convertirse en objetos sexuales ni secundarios de la guerra. Por ello vemos sus semblantes tomando tanta expresividad, llorando, sorprendiéndose, asustándose, para luego decidir luchar, y dejar atrás la naturalización de la violencia. Una mujer rescata a una niña, otra aún lo es, juega con muñecas, pero pronto deben acarrear madurez y responsabilidad, sin enloquecer o morir en el trayecto. Es una película visceral, de fuerte carga emotiva, que no posee diálogos, pero deja reflejar esa dolorosa interiorización de sus personajes. Felipe Guerrero pretende un canto de voluntad, de cambio, en medio de la militarización de la zona, de esa tierra de nadie que representa la selva atestada de paramilitares, donde la mujer es tratada como un animal. En un filme que se sostiene de los tres recorridos de escape, donde está gran parte del metraje y la trascendencia de la propuesta, la contextualización de las huidas, y estas en sí brillan por otorgar personalidad y fuerza, como en el mejor set hollywoodense, ganando por su poderosa verosimilitud. En un territorio vivo, intenso, pobre. Mientras esas mujeres humildes solo presentan un único deseo, vivir sin humillación ni temor a ser una estadística más de algún desaparecido. El filme aplica un trabajo profundo con un fuerte neorrealismo, uno pronunciado en especial al gesto dolido, gran seña de identidad del filme, que a veces yace de flaco favor, pero en general logra consumar un notable propósito de conmiseración.