domingo, 25 de marzo de 2012

Tyrannosaur

El debut de Paddy Considine en el guión y dirección de ésta película le ha traído reconocimientos importantes en su país como en los Premios Bafta a ópera prima y en el extranjero en el Festival de Cine de Sundance al mejor director. En resumidas cuentas es un filme imperfecto cargado de violencia en donde la vida para gente promedio es como dentro de una pesadilla, en circunstancias que sacan su peor respuesta, incluso para una mujer con ciertos lujos, con tendencia a la bondad y a la religión.

Pesimista y dura por donde se vea, trae la sorpresa desligándose de un hombre de naturaleza salvaje para revelarnos la oscuridad de la dama con la que entabla una relación de amistad y más tarde de amor como de reinserción social y afectiva.

El título hace alusión ingenua a un apodo provocado por la cinta Jurassic Park cuando un Tiranosaurio ataca la camioneta de unos paleontólogos, se compara un ruido personal con el de ese dinosaurio; pero más que eso se nos invoca el pensamiento de una incontrolable furia por la que deambulan los seres humanos descritos en el relato presente.

Contiene tres actores soberbios que manejan el desarrollo de un itinerario que desde el principio sabemos que terminará muy mal. Joseph (Peter Mullan) nuestro personaje principal y una de las materias de reflexión, cobra un dinero y ante el enojo rompe una ventana del lugar, vive al borde del nervio por culpa de un vecino abusivo que utiliza a su perro pitbull como imposición de respeto; entre sus amigos hay gente de mal aspecto aunque de apariencia engañosa en cuanto a sentimientos y un compañero enfermo de cáncer a punto de morir, cuando se mete en la vida de Hannah (Olivia Colman), la otra fuente de introspección, una dócil fémina que sufre maltratos físicos por parte de su esposo, James (Eddie Marsan, en una corta pero impactante actuación) y así Joseph empieza un trayecto en que busca salir de la rutina emotiva que le agobia aunque antes deberá superar unas pruebas.

Es algo predecible ver el lamentable final que se cierne sobre sus participantes con respecto al asunto del perro y el niño en medio de un hogar caótico, y sobre la humillación y martirio físico emocional de Hannah, sin embargo termina habiendo algo de sorpresa. El discurrir del filme es propio de un mundo proclive al dolor y al sufrimiento, empero hay aire de alegría en algunos momentos. Hay que elogiar a gran escala que Joseph llegue a respirar a través de Hannah destacando la escena del beso como una de las más logradas, que luce natural y no hay ninguna sobredimensión ni romanticismo meloso, siendo un estado puro, sano y directo, como también lo es el de los amigos reunidos en el bar poco después de una muerte.

Los personajes tratan de llevar matices, no son como se les pretende si bien hay una predisposición hacia una línea en los dos protagónicos que caminan indefectiblemente hacia la derrota. Son aun así espontáneos e indefinibles en última instancia, resultando creíbles.

Aunque pareciera que Hannah fuera el ángel enviado para salvar a Joseph, no solo va de eso sino que están para ayudarse mutuamente como dos verdaderas almas gemelas (nótese que ella tolera su agresividad pero no le teme al ser su actitud propia de la frustración, a diferencia de la del cónyuge que es ruin), no obstante hay que recalcar que Joseph ya viene estando pensando, arrepintiéndose, queriendo abandonar esa tendencia a la violencia que lo sojuzga hasta dañar a sus seres queridos, y aunque hay fuerzas que lo conducen a destruir su entorno, se inclina conscientemente por querer cambiar, que es la razón por la que se mete en la tienda a llorar, habiendo un entendimiento de poner de su parte y apoyarse en esa dama que le atrae, de la que intuye virtudes que necesita para sobrellevar su rabia y su enemistad con el mundo.

A medida que avanzamos vemos que Joseph también tiene bondad, y Hannah un lado animal como la del mencionado Tiranosaurio. Son dos caras de la misma moneda pero que vienen con empaques distintos, un yin yang visto desde el negro o el blanco.

Hay menciones curiosas a películas americanas, soy Robert De Niro contesta Joseph a una contemplativa Hannah que lo encuentra escondido detrás de unos colgadores con ropa, o muestra éste el culo gritando la última mítica frase de Braveheart, ¡freedom! (libertad).
Es una cinta que se hace ligera sin que se conciba superficialidad o predominancia de rentabilidad, empero muy bien propuesta. Tiene errores estéticos, como la rotura de un vidrio que se prepara mucho en la toma, o cuando el perro muere de una patada sin que ello irradie mucho visualmente o al destruir la cabaña de la mascota con una lentitud y poca intensidad que no asemeja el espíritu del principal, en lo cual hay una ambigüedad que puede destacarse ya que no asume desmedida certificación de rudeza en la actuación para no caer en el efectismo pero que también a ratos se hace corta para impresionar ya que sí busca explotar ese aspecto. Y aunque hay algunas acciones poco contundentes desde lo que vemos, más que lo que se nos quiere proponer, otras lucen espectaculares como en el descubrimiento del cuerpo con las moscas en el rostro.

El filme puede parecer excesivo si somos susceptibles, e incluso hasta mediocre si nos ponemos en un lado ético dejando de ver que puede ser prioritariamente demostrativo en cuanto a su relato (una falla menor de cierta forma ya que se nota algo despreocupado del mensaje y no asume totalmente esa profundidad que parece postular en los actos en relación a sus figuras, aún teniendo una seriedad que conlleva en el estilo y que la eleva del divertimento), sin embargo aunque hay una inclinación hacia la brutal venganza o actuar por nuestra cuenta, la trama se justifica plenamente desde las leyes de una proximidad con una barbarie muy palpable en muchos seres humanos sino en todos pero en diferente medida, que remite en unos a la vulgarización y a otros a la aceptación de lo radical.

Si notamos que la realización se moviliza en una exhibición de la falta de control, hacia una racionalidad del odio, o la estimulación hacia ello, viendo la lucha de Joseph y la resolución de Hannah, no habrá más que comprender que el filme se acopla a una línea, pobre en lo que implica y en cierto sentido también lo es la forma de llevarlo a cabo aunque indudablemente poderosa en su señalamiento, por lo que el filme no será el más inteligente pero sí bastante interesante y seguro como para atreverse a lo que nos ofrece.