jueves, 3 de marzo de 2011

Blue Valentine

Ésta es una pequeña película con una construcción intimista realizada por Derek Cianfrance en su segunda incursión en los largometrajes de ficción, con una historia donde se expone la ruptura de una relación que mientras avanza hacia su clausura mira hacia el inicio de ésta, te muestra como se enamoran Cindy (Michelle Williams) y Dean (Ryan Gosling). Ella se embaraza de otra pareja a la que abandona sin mayores explicaciones, en ese trance por casualidad cuando cuida de su abuela observa a Dean ir a recoger un dinero a casa de un anciano al que por su trabajo ha llevado sus objetos personales a un nuevo hogar. A él ella le impresiona y la sigue pero no llegan a mucho. Por otra acción del destino la encuentra en el ómnibus y la aborda con sus mejores tácticas, halaga su belleza y le hace reír, empiezan a interconectarse y luego de compartir momentos felices se casan. Todo va a la par, mientras se llevan terrible en el presente recuerdan como fue progresando el sentimiento entre ambos hasta oficializar su compromiso.

Dean es un buen hombre, acepta a la hija de Cindy como si fuera suya, es cariñoso y juguetón, también es amoroso con su esposa pero no encuentra reciprocidad de su parte, si tiene un defecto es que no es muy emprendedor, trabaja pintando casas en la mañana y el resto del tiempo lo pasa en su casa. En una de las muchas discusiones que tienen Cindy le saca a relucir que no tiene visión de mejoría, él que se siente muy contento con el tipo de vida que lleva discute sus argumentos con ahínco, tampoco es un tipo que se enfurezca excesivamente, se le ve tranquilo por personalidad, sin embargo él a ella ya no le importa, así como suena, lo ha dejado de querer, sin razón ubicable realmente en la trama, simplemente lo ha hecho y es por eso que no lo soporta. Los celos de Dean que pueden ser justificados la sacan de quicio en un momento y se baja del carro a respirar como quien ya no tiene paciencia para con el otro.

Para tratar de arreglar los problemas que tienen de no llevarse bien, como antes que todo solía ser perfecto, Dean la lleva a un hospedaje temático, hay una fantasía sobre Cupido y otra sobre el futuro, ellos escogen la segunda, en esa discreta metáfora surge una nueva confrontación, él queda borracho tendido en el suelo y ella encerrada en un cuarto luego de no llegar a consumar el acto sexual producto de la pelea, en medio de ésta llega a decirle que le pegue como suele hablarle para exasperarlo y que la tome con fuerza pero por su naturaleza no la quiere tener de esa forma, obviamente están en tremendo conflicto inllevable y ya arraigado en el corazón de la joven, luego temprano se retira al ser llamada para trabajar, Cindy es enfermera. Dean molesto al ver que no está, la busca y arma un alboroto en el hospital, le pega al doctor que se le ha propuesto a su mujer en otra ocasión y que no fue correspondido, y ya sin rodeos se lo dice, todo se acabó, ya no lo quiere, desea el divorcio. Él se va mientras la niña de ambos llora por quien se ha portado como un elogiable padre.

No hay mucho que decir de ésta cinta, los momentos memorables están en el pasado y lo insoportable en el presente, vemos el cambio que ha sufrido su amor, que no expone motivos, se trata de manifestar el quiebre sin nada más. Hay una escena dulce en que Dean toca una guitarra chica muy similar a un charango y Cindy danza vivazmente a su ritmo. Todo eso se pierde en el tiempo. No queda nada en la actualidad. El sacrificio y entrega de Dean en una mala época para su amada en donde incluso lo golpean por su culpa ha dejado de tener valor alguno, y a pesar de que se le ve con mucha disposición de subsanar el romance en su matrimonio no encuentra respuesta en la sensibilidad de Cindy, personaje que no luce como una mala persona pero que experimenta la sequedad de lo que alguna vez sintió por el hombre que la desposo y se hizo cargo de un embarazo ajeno mirado con un afecto verdadero. ¿Ella es fría?, cierto que lo es, pero quien no cuando dejas de amar, ¿Injusto?, puede ser pero los errores, la rutina y la dejadez van mermando lo que una vez fue tan apasionado. La película nos deja muchas preguntas que solo podemos imaginar y tratar de resolver a solas. Por ese lado es un buen tema a analizar.

Las actuaciones son buenas, sin embargo nada espectacular, son muy controladas, Williams y Gosling resultan bastante sencillos, como para que el público se sienta fácilmente identificado, eso no quita que sepan sobrellevar un guión de éste tipo. Ella exuda naturalidad, es el papel que mejor le da a Williams, la típica amiga o vecina simpática pero común. También está el cambio de aspecto físico de Gosling que le otorga compromiso con su performance aún sin que sea de grave esfuerzo, mientras su personificación tiene atributos escénicos. La frescura de Williams no la podemos catalogar tampoco de gratuita sino proviene de su habilidad interpretativa que aprovecha su tipo y la personalidad que parece poseer. Ésta es una cinta melancólica, resaltando a su vez su lado romántico, diseñada para hacernos sufrir, rememorar con Dean y esperar otra oportunidad de Cindy que nos envía el mensaje de que no hay que dormirnos con el amor.